Beneficios de la actividad física para la salud

El cuerpo humano está diseñado para moverse regularmente a lo largo del día. Mantener un estilo de vida física y mentalmente activo es clave para gozar de una buena salud y, por ello, debemos procurar ponerlo en práctica en las distintas actividades cotidianas que llevamos a cabo (laborales, de ocio, del hogar, etc.) y en todas las etapas de nuestra vida.

Los beneficios físicos, mentales y psicológicos de llevar una vida activa, en combinación con otros hábitos saludables como seguir una buena alimentación o no fumar, son muy numerosos y constituyen una de las mejores maneras de prevenir posibles problemas de salud. No en vano, la inactividad física es, hoy, el cuarto factor de riesgo de mortalidad en todo el mundo por detrás de la hipertensión, el tabaquismo y la hiperglucemia.

Ante un escenario de mayor longevidad, de retraso de la edad de jubilación y de una población en situación de envejecimiento progresivo, la actividad física se convierte en imprescindible para conservar una buena calidad de vida durante el máximo número de años posible.

¿Qué ocurre en nuestro organismo cuando realizamos actividad física?

Cuando sometemos regularmente a nuestro cuerpo a actividad física, éste se adapta a las nuevas demandas, generando efectos positivos en diferentes órganos y sistemas del organismo:

Sobre el sistema circulatorio:

  • Mejora  la aportación del riego sanguíneo a todos los órganos y la eliminación de toxinas
  • Disminuye la tensión arterial previniendo  la hipertensión
  • Disminuye el colesterol total y LDL ("malo") y aumenta el colesterol HDL ("bueno")
  • Mejora la regulación de la glucemia en la sangre
  • Disminuye la formación de coágulos en los vasos sanguíneos previniendo los infartos y embolias

Sobre el corazón:

  • Disminuye la frecuencia cardiaca de reposo
  • Mejora la eficiencia cardiaca al aumentar el flujo sanguíneo en cada latido y se fortalece el corazón
  • Disminuye el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares

Sobre el aparato locomotor:

  • Mejora el funcionamiento del sistema músculoesquelético y fortalece las estructuras articulares (huesos, cartílagos, ligamentos, tendones); también contribuye a mejorar la calidad de vida y a reducir el grado de dependencia, especialmente entre las personas de más edad
  • Aumenta la elasticidad muscular y articular, facilitando la realización de las actividades de la vida cotidiana; incrementa la fuerza y resistencia muscular, ayudando a prevenir el deterioro de la musculatura
  • Previene la aparición de la osteoporosis

Sobre el metabolismo:

  • Mejora el aprovechamiento del oxígeno que llega al organismo por el riego sanguíneo
  • Facilita la digestión, mejora el tránsito intestinal y disminuye el riesgo de sufrir cáncer de colon
  • Durante la actividad se consumen grasas, contribuyendo a la pérdida y al control del peso
  • Incrementa la secreción de diferentes hormonas que contribuyen a la mejora de las funciones del organismo; aumenta la sensación de bienestar por la liberación de endorfinas

Sobre aspectos psicosociales:

  • Ayuda a conciliar y mejorar la calidad del sueño
  • Disminuye el grado de ansiedad, agresividad, e ira.
  • Reduce la sensación de fatiga y aumenta la energía para realizar las actividades cotidianas
  • Reduce los estados de ánimo negativos y depresivos
  • Facilita y fortalece las relaciones sociales, y ayuda a prevenir conductas antisociales
  • Es un factor importante en la prevención de ciertos hábitos no saludables (tabaco, alcohol...)

Promover la actividad física en el ámbito laboral

Con el objetivo de mantener y mejorar el estado de salud de sus trabajadores, es aconsejable que la empresa ponga en marcha acciones dirigidas a fomentar la práctica de actividad física y de un estilo de vida saludable, que pueden abarcar desde la invitación a subir por las escaleras en lugar de coger el ascensor o acudir al trabajo caminando o en bicicleta, hasta la implementación de programas de ejercicio físico o de relajación.

Existe una relación directa entre la práctica de ejercicio físico y un mayor bienestar psicológico de los trabajadores. A nivel de equipo, además de reducir los niveles de estrés, permite mejorar las relaciones profesionales y el trabajo colaborativo favoreciendo, con ello, un mejor clima laboral y un sentimiento de pertenencia a la organización mayor. Para la empresa, revierte en alcanzar una mayor productividad laboral y en obtener menores índices de absentismo laboral.

Toda empresa saludable debe velar por garantizar el equilibrio entre la vida laboral y la salud. En este sentido, el esfuerzo de cualquier organización para promover un estilo de vida saludable será, sin duda, beneficioso tanto para la compañía como para sus trabajadores, así como para la sociedad en general, a corto, medio y largo plazo.