Consejos para protegerse de las picaduras de insectos

Cuando nos desplazamos, ya sea por motivos de trabajo o por ocio, a otras zonas geográficas, uno de los aspectos que debemos tener muy en cuenta en cuanto a prevención es el posible contacto con insectos.

Los insectos pueden llegar a transmitir determinadas enfermedades por diferentes vías: inyectando toxinas venenosas, otros invadiendo al cuerpo, depositándose en los alimentos que la gente consume... Sin embargo, la más frecuente son las picaduras y, por ello, es importante seguir una serie de consejos para protegernos de ellas y, en consecuencia, de posibles contagios:

  • Emplear un repelente de insectos adecuado en la ropa y piel, aplicándolo siempre de acuerdo a las instrucciones y limitando su uso en los niños.
  • Usar ropa con tejido anti mosquitos, que cubra la mayor parte del cuerpo y, a ser posible, sea de colores claros.
  • Evitar usar perfumes y lociones, ya que los olores dulces atraen insectos. Es preferible emplear productos higiénicos sin olor (desodorante, jabón, productos de cabello, etc.)
  • Evitar áreas de agua estancada. No se recomienda nadar en pequeños lagos o riachuelos, ya que suele haber una elevada concentración de insectos.
  • Si es posible, no dejar que el agua se estanque cerca de tu alojamiento.
  • Evitar comer en restaurantes o bufets que estén al aire libre donde la comida pueda estar expuesta a insectos voladores.
  • Evitar aplicar el repelente en las partes de las manos que pueden tener contacto con la boca y con los ojos. Si se usa repelente en aerosol, no inhalar ni permitir que caiga en los ojos.
  • Nunca emplear repelente en heridas o piel que se encuentre irritada.
  • Eliminar el repelente una vez nos encontremos en un lugar seguro y no tengamos intención de salir a la vía pública.
  • No caminar descalzo. Varios de los insectos que pican se deslizan por el piso o vuelan a pocas centímetros del mismo.

Estas medidas son especialmente importantes en aquellas zonas geográficas en las que la presencia y peligrosidad de las picaduras sean más elevadas, como podrían ser los desplazamientos por África, Asia o el continente americano. En dichos destinos, además de las medidas anteriormente comentadas, se recomienda colocar mosquiteras que recubran la totalidad de la cama, proteger las posibles zonas de entrada de los insectos a nuestro hogar, así como evitar, en la medida de lo posible, las salidas nocturnas, ya que los mosquitos tienden a estar más activos al amanecer y anochecer.
Antes de realizar desplazamientos fuera de la Unión Europea, es aconsejable acudir a los centros médicos de la Seguridad Social para que los facultativos nos informen acerca de las vacunas necesarias según el destino para garantizar nuestra seguridad y salud en la zona.

Ante el caso de que nos encontráramos con que hemos sufrido una picadura de insecto, es importante tener presente que la mayoría no conllevan ningún riesgo y las podemos tratar sin problema. Tal y como indican los profesionales sanitarios, solo es necesario acudir a urgencias cuando se trate de múltiples picaduras, cuando seamos alérgicos o bien cuando haya sensación de malestar general: dificultad para respirar, nauseas, vómitos, etc.

También cuando exista hinchazón en cualquier parte de la cara o la boca, opresión en la garganta o dificultad al tragar, calor y enrojecimiento de las lesiones que persiste o incluso se extiende pasadas las 48 horas de la picadura. Y por último, cuando haya sensación de debilidad.

Ante una picadura, podemos aplicar el siguiente tratamiento:

  • Limpiar la herida con agua y jabón.
  • Aplicar frío local en la zona durante 5-10 minutos, pero nunca directamente sobre la piel. Mejor con hielo envuelto en un paño de tela, o cualquier otro recipiente.
  • Repetir el proceso unas cuantas veces.
  • A continuación, proceder a poner sobre la picadura algún desinfectante.

Sobre la herida, es importante no rascarse, ni frotarse porque se produce el efecto contrario. Tampoco se deben aplicar sobre la herida sustancias como barro o pasta de dientes porque puede infectar la piel. No debemos administrar medicamentos, a menos que sean prescritos por un facultativo, así como no realizar torniquetes. En el caso de uso de cremas con antihistamínicos, prestar especial atención ya que algunas de ellas pueden reaccionar al contacto con el sol.

Recuerda: una prevención adecuada es la herramienta más potente para afrontar y prevenir  picaduras de insectos.