Egarsat crea una nueva Unidad de Gestión del Gran Inválido

Como parte de su acción protectora, uno de los ámbitos de actuación de que se ocupa Egarsat es la atención a aquellos pacientes que, tras sufrir un accidente de trabajo grave, finalizan con el grado más alto de incapacidad, la Incapacidad Permanente, derivando en situación de Gran Invalidez. Estos pacientes, así como sus cuidadores, tienen unas necesidades muy complejas y específicas; por ello, con el objetivo de adaptarse al máximo a las mismas y ofrecer el mejor servicio posible, la entidad ha impulsado la creación de una nueva unidad dedicada a este colectivo.

La Unidad de Gestión del Gran Inválido (UGGI) está formada por un grupo multidisciplinar que contempla y pretende dar cobertura a las dificultades y necesidades, tanto a nivel físico, como psicológico, emocional o social, de los pacientes afectados de una gran discapacidad, a sus cuidadores formales e informales y a sus familias. El objetivo que persigue es ayudar, guiar, educar y prevenir determinados problemas en los pacientes, buscando el equilibrio entre ser un soporte para ellos y ayudarles a conseguir la mayor autonomía e independencia posible, y para ello, esta unidad, engloba diferentes especialidades:

  • Fisioterapia: no sólo pretende cuidar y educar al gran inválido y a su cuidador para prevenir posibles lesiones futuras debidas a un mal manejo físico, sino contribuir también a la mejora de la calidad de vida de estos pacientes y de sus familias. De este modo, facilita una mayor participación en la vida social, y contribuye a que las personas con discapacidad puedan alcanzar una vida satisfactoria y con máxima independencia que se reflejará en ambos: cuidador y gran inválido. Además, cuando la situación del paciente lo exige, se ocupa de derivarlo al médico rehabilitador para hacer un buen seguimiento.
  • Enfermería: ofrece apoyo y formación tanto al paciente como al cuidador en aquellos temas relacionados con las curas, la nutrición, los problemas respiratorios, las infecciones del tracto urinario, el estreñimiento, las úlceras por presión o la disfunción sexual. Además, es un vínculo de unión con los médicos traumatólogos en caso de que sea necesario.
  • Trabajo Social: valora las posibles necesidades sociales, coordinando recursos y prestaciones a nivel social tanto a nivel de recursos internos de Egarsat (prestaciones a nivel contributivo, pensión comisión prestaciones especiales), como externos (certificado minusvalía, ley de dependencia, ayudas sociales  a nivel público, recursos asistenciales, atención domiciliaria, servicios de teleasistencia...).
  • Psicología: valora, tanto en el enfermo como en su cuidador, aspectos como el entorno afectivo y relacional, la comunicación, la recepción y el manejo de malas noticias, la adecuación de las estrategias de afrontamiento, el proceso de elaboración del duelo, la gestión de emociones, el autocuidado y cuidado del otro, ayudando a definir objetivos, proporcionando recursos psicológicos adecuados y centrando expectativas realistas.

Detrás de este proyecto se encuentra la Dirección de Gestión Sanitaria de Egarsat que, como punto de partida, cuenta con una extensa experiencia en la atención a pacientes en situación de Gran Invalidez, cuidadores y familiares, y la situación de dependencia que se deriva.  A partir de una serie de entrevistas a pacientes y a su entorno, el equipo ha podido detectar los puntos fuertes y las áreas a mejorar de la entidad y, en base a los resultados obtenidos, ha diseñado un circuito de trabajo y un protocolo de actuación que contempla las mejoras oportunas, e implica a todos los profesionales de Egarsat involucrados.

El beneficio que proporciona el cuidador informal, familiar o allegado, tanto a la persona cuidada como a su familia y, a la sociedad en general, es muy importante. Tanto es así, que la aportación de las familias cuidadoras se cuantifica en aproximadamente 40.000€ anuales por persona en situación de dependencia suponiendo, en este sentido, un importante ahorro en términos de país en materia de políticas de protección social.

En cuanto al coste que ocasiona el cuidado a los cuidadores, existen numerosos elementos a tener en cuenta, desde las horas dedicadas al cuidar hasta todo lo que la persona deja de hacer para ofrecer el cuidado, así como las consecuencias negativas que este hecho tiene en sus vidas y en su bienestar. Los denominados "costos de oportunidad" engloban aspectos como: factores económicos y laborales, gastos inherentes al cuidado, no poder aceptar o mantener un trabajo, o verse obligado a reducir la jornada laboral o a renunciar a puestos de responsabilidad, ocio y la vida afectiva y relacional o la salud de los cuidadores. Aunque son difícilmente cuantificables, inciden negativamente en la calidad de vida del cuidador e indirectamente en la atención que los mismos prestan al enfermo.

Si bien en esta primera fase el objetivo de la unidad es mejorar la agilidad de respuesta y la calidad de la atención prestada, para los próximos dos o tres años es poder incorporar al cuidador y a la familia en el seguimiento, formación, y normalización de las dificultades que puedan haber encontrado en este periodo de aprendizaje de esta nueva y delicada situación.