El papel de la mujer en la ciencia de la salud

El Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, que se celebra cada año el 11 de febrero, fue aprobado en 2015 por la Asamblea General de las Naciones Unidas con el fin de lograr el acceso y la participación plena y equitativa en la ciencia para las mujeres y las niñas, además para lograr la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas.

La ciencia y la igualdad de género son vitales para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). En los últimos 15 años, la comunidad internacional ha hecho un gran esfuerzo para inspirar y promover la participación de las mujeres y las niñas en la ciencia. Sin embargo, las mujeres siguen encontrando obstáculos para desenvolverse en el campo de la ciencia.

Menos del 30% de los investigadores en todo el mundo son mujeres

La brecha de género en los sectores de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM) persiste desde hace años en todo el mundo. A pesar de que la participación de las mujeres en las carreras de grado superior ha aumentado enormemente, estas todavía se encuentran insuficientemente representadas en estos campos.

En la actualidad, menos del 30 % de los investigadores en todo el mundo son mujeres. Según datos de la UNESCO (entre 2014 y 2016), solo alrededor del 30% de todas las estudiantes escogen estudios superiores dentro del campo de las ciencias, la tecnología, la ingeniería y matemáticas (STEM). En el todo el mundo, la matrícula de estudiantes femeninas es particularmente baja en el campo de la tecnología de la información y las comunicaciones (TIC), con un 3 %; ciencias naturales, matemáticas y estadísticas, con un 5 %, y en ingeniería, manufactura y construcción, con un 8%.

Cinco mujeres que revolucionaron la ciencia de la salud

La historia está repleta de mujeres que han sido clave en el avance de la ciencia de la salud y en la configuración del mundo tal y como lo conocemos. Hoy, con motivo de la celebración de Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, realizamos una selección de mujeres que han destacado en diversos campos de la ciencia de la salud.

MADELEINE BRÈS (1842 – 1921), FRANCIA

Primera mujer médica francesa

Aunque a los 24 años quiso empezar sus estudios en la Facultad de Medicina de París, primero tuvo que finalizar los estudios secundarios bajo el permiso de su marido. A pesar de todas las oposiciones, el químico y decano de la facultad, Charles-Adolphe Wurst, intercedió a su favor y la admitieron. Tras siete años de estudios, entró en el departamento del médico y anatomista Pierre Broca.

En junio del 1875, obtuvo el título de doctora en medicina con la tesis titulada ‘De la mamelle et de l’allaitement’, donde se mostraba que la composición química de la leche materna se modifica a lo largo de la lactancia para atender las necesidades del desarrollo de los niños.

Estableció su consultorio especializándose en mujeres y niños en París. Impartió conferencias sobre todo sobre la higiene de niñas y niños, dirigió un periódico y publicó libros sobre el cuidado infantil. En 1880, fundó una guardería y estudió la organización de las guarderías en Suiza.

MILDRED VERA PETERS (1911 – 1993), CANADÁ

Oncóloga que luchó por mejorar las vidas de las pacientes de cáncer de mama

En 1950, publicó un artículo histórico que demostraba que, muchos de los pacientes en los primeros estadios de la enfermedad de Hodgkin, hasta entonces incurable, podían sanar si se les administraba una dosis alta de radiación.

Su investigación sobre el uso de radioterapia en el cáncer de mama demostró que una tumorectomía, seguida de radiación, era tan eficaz como la mastectomía.

Desde 1958 hasta su jubilación en 1976, trabajó en el Hospital Princess Margaret, el centro de tratamiento de radiación más grande de Amércia del Norte, donde siguió con sus observaciones. A lo largo de su carrera profesional siguió publicando y actualizando sus investigaciones: en relación al tratamiento del cáncer de mama en su fase trempana, demostró que la cirugía de conservación del seno (tumorectomía), seguida de radiación, era más efectiva y menos invasiva que la mastectomía radical.

ELIZABETH BUGIE GREGORY (1920 – 2001), EEUU

La microbióloga que tumbó la tuberculosis

Estudió el grado de microbiología en la Universidad para mujeres de New Yersey.  Allí, empezó a trabajar en el laboratorio de Waksman, en 1942, en un espacio donde los científicos se dedicaban enteramente a buscar el antídoto para la tuberculosis.

Elizabeth, fue un miembro muy importante del equipo; una excelente microbióloga que ayudó en la identificación de la estreptomicina. Desempeñó un papel clave al confirmar, de forma independiente, los resultados del doctor Schatz.

Tras el descubrimiento de la estreptomicina, el antibiótico contra la tuberculosis, trabajó en la micromonospora, una glucoproteína pigmentada activa contra bacterias grampositivas.

DOTTIE THOMAS (1922 – 2015), EEUU

Hematóloga, la piedra angular de los trasplantes de médula ósea

Dottie es conocida por su trabajo pionero de trasplantes de médula ósea. Junto a su marido Edward Donnall Thomas investigó sobre la leucemia y otros trastornos de la sangre, y desarrolló la técnica para trasplantar la médula ósea.

Su marido fue galardonado con el Premio Nobel de Fisiología o Medicina por el trabajo de investigación realizado junto con su mujer.

MARGARITA SALAS (1938 – 2019), ESPAÑA

Bioquímica, pasión por la biología molecular

Impulsó la investigación en el campo de la bioquímica y la biología molecular en el estado español, y publicó más de 200 trabajos científicos.

Su estudio sobre el virus bacteriano Phi29 nos ha permitido conocer cómo funciona el ADN, cómo sus instrucciones se transforman en proteínas y cómo estas proteínas se relacionan entre ellas para formar un virus funcional.

Fue profesora en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, centro de investigación mixto del CSIC y de la Universidad Autónoma de Madrid, donde siguió trabajando con el virus bacteriófago Phi29, de gran utilidad en la investigación en biotecnología y el cual infecta una bacteria no patógena: el bacillus subtilis.

En la actualidad, la mujer científica viene cumpliendo un rol cada vez más preponderante en la investigación y el desarrollo de nuevos horizontes de la ciencia de la salud.

Y es que, si algo podemos afirmar con firmeza, es que hacen falta más referentes históricas como ellas, espejos en los que mirarnos para inspirarnos, apostar por la investigación y el desarrollo.

Reducir la brecha de género en la ciencia de la salud, más allá de los datos, estudios o días internacionales declarados por las Naciones Unidas, requiere una llamada a la acción y la puesta en marcha de medidas efectivas.

Material de consulta