En muchos aspectos cotidianos la etapa de nueva normalidad en la que nos encontramos, tras la finalización del estado de alarma, ha comportado nuevas problemáticas y riesgos que debemos conocer para elaborar e implementar medidas de prevención. Un riesgo tan específico como el mal uso de la voz hasta antes de la pandemia se había centrado en poblaciones diana concretas tales como docentes, locutores de radio, personal de atención al público y cantantes, entre otros. Hoy, se ha vuelto un riesgo común para la mayor parte de la población. Actualmente en nuestro día a día hacemos un uso prologado de las mascarillas e incluso de pantallas faciales ocasionando que la comunicación se haga un poco más difícil. Las mascarillas y otros EPI’s (equipos de protección individual) necesarios para la lucha contra el COVID-19, actúan como barrera física no sólo contra el virus sino también en nuestra comunicación. Para comunicarnos precisamos del lenguaje así como de la expresión facial y corporal. Es un hecho evidente que con el uso de todas estas barreras físicas, se produce una disminución de la intensidad de la onda sonora al hablar, situación agravada con la imposibilidad de realizar una lectura facial adecuada de nuestro interlocutor; la lectura de nuestras expresiones o gestos y la lectura de nuestros labios nos ayudan a entender mejor el mensaje cuando, por múltiples causas, la onda sonora no se percibe en su plenitud. Actualmente dejamos la comunicación tan solo en manos de lo que escuchamos o mejor dicho en el resultado de lo que escuchamos. En consecuencia y para superar estos obstáculos, las personas tendemos a realizar una serie de modificaciones, motivando un mal uso de la voz.
Por todo ello queremos enfatizar que las medidas que se exponen en este artículo son recomendaciones para todas las personas que durante el día a día usen mascarillas u otros equipos de protección similares, no para un colectivo específico como fue su intención inicial.
La voz nos permite utilizar el lenguaje como la principal forma de comunicación. Estudios recientes permiten situar el origen del lenguaje en el sudoeste de África, hace aproximadamente unos 50.000 años. La voz ha permitido el desarrollo del lenguaje hasta llegar a las aproximadamente 6.000 lenguas que actualmente se hablan en el mundo.
La voz -como instrumento de comunicación por excelencia-aporta el lenguaje, elemento exclusivamente humano, y ha merecido el interés de grandes estudiosos, desde Galeno, Leonardo da Vinci, Vesalio, Muller y muchos otros. Platón (400 años ac) definió la voz como el “impacto del aire que llega por los oídos al alma”
Fue el madrileño Manuel Garcia el primero en visualizar su propia laringe y cuerdas vocales, siendo el inventor del laringoscopio en el año 1854.
¿Cómo se produce la voz?
La vibración de las cuerdas vocales de la laringe, originada por la expulsión del aire que proviene de los pulmones, produce el sonido que origina la voz.
Este flujo de aire, es el que una vez se ha puesto en contacto con las diversas estructuras anatómicas que conforman el órgano de la fonación (laringe, faringe, cavidad nasal, cavidad bucal y labios), es modulado produciendo el lenguaje oral que nos traslada la información de conocimientos, pensamientos, sentimientos y emociones. En todo ello influyen el timbre sonoro, el volumen, el tono, la velocidad y el ritmo o cadencia de la locución.
¿Cuáles son las patologías más frecuentes?
La patología más habitual relacionada con la voz son la afonía y la disfonía.
La afonía es la imposibilidad total de verbalizar palabras, normalmente es temporal y su origen puede ser físico, y en ocasiones también por alteración psíquica.
La disfonía o ronquera es la alteración de la voz en cuanto a sus características de tono, intensidad, etc. Su causa puede ser funcional, orgánica y en ocasiones mixtas. En las funcionales no hay una causa o lesión que se pueda identificar, y su origen es, fundamentalmente por una inadecuada utilización de la voz y/o unas inadecuadas condiciones ambientales. Las de origen orgánico son causadas por lesiones identificables como laringitis, nódulos, pólipos, edemas, neoplasias, etc.

¿Quiénes están más expuestos a las alteraciones de la voz?
Hay una serie de profesiones con un riesgo mayor de padecer alteraciones de la voz. Son aquellas en que la forma principal para desarrollar su actividad laboral es la comunicación oral: principalmente profesionales de la enseñanza, cantantes, actores…, y todo profesional en que la voz es imprescindible para realizar su actividad, como: operadores de telefonía, traductores, locutores, trabajadores sociales, abogados, ventas, guías y en general todos lo que tiene contacto con el público.
Factores de riesgo que influyen en las alteraciones de la voz
Hay factores de riesgo, tanto ambientales como personales, que pueden influir o ser los causantes de las alteraciones de la voz:
- El grado de humedad (tanto la falta como el exceso)
- La temperatura (tanto el exceso de frío como de calor)
- La ventilación inadecuada (corrientes, aire acondicionado, falta de ventilación, etc.)
- Los irritantes químicos (contaminación, polvo, ambientadores, etc.)
- Los contaminantes biológicos (hongos, ácaros, virus, bacterias, etc.)
- El tabaco, al ser irritante de las cuerdas vocales
- El consumo de alcohol, ya que provoca deshidratación de las cuerdas vocales y mucosas
- Los ambientes o lugares excesivamente ruidosos
- Las comidas excesivamente frías o calientes.
- Ciertos medicamentos (inhaladores, etc.)
- Alimentos (grasas, exceso de condimentos, café, etc. por posible producción de reflujo)
- Las situaciones de estrés
- La deshidratación de la garganta
- Antecedentes de haber sufrido disfonías en la infancia, y episodios de faringitis, rinitis, etc.

¿Cómo podemos prevenir las alteraciones de la voz?
- No fumar y evitar la exposición al humo
- Limitar el consumo de bebidas alcohólicas y café
- Hidratación abundante, vahos, etc.
- Evitar la alimentación picante y comidas copiosas
- Evitar aclarar la garganta con frecuencia
- No forzar la voz y establecer periodos de descanso cada 60-90 minutos si es posible
- Hablar despacio, utilizando adecuadamente las pausas
- Evitar hablar en ambientes muy ruidosos
- Evitar respirar por la boca
- Evitar los ambientes muy secos producidos por la calefacción y el aire acondicionado
- Ejercicios de relajación cervical
- Disminuir la función vocal utilizando medios técnicos, pizarras digitales, etc.
- Descanso adecuado
Ejercicios para preparar la voz
Realizar ejercicios de calentamiento vocal:
- Realizar estiramientos de cuello
- Ejercitar la musculatura facial con desplazamientos de lengua, masajear pómulos y mejillas repetidamente
- Ejercicios respiratorios con inspiraciones profundas por la nariz, retener el aire unos instantes y expulsarlo doblando el cuerpo hacia delante
- Ejercicios de vibración lingual y labial para calentar la voz
Es recomendable que ante cualquier alteración de la voz, disfonía etc. de más de 15 días de duración, se consulte con el especialista otorrinolaringólogo para una completa exploración y poder descartar afecciones orgánicas que precisaran de un tratamiento específico.
Te recomendamos la lectura de nuestro artículo ‘Cómo debemos cuidar nuestra voz’ y nuestro vídeo ‘Afonías’ en el que te ofrecemos pautas para que puedas prevenir las alteraciones de la voz, como pueden ser afonías, disfonías o ronqueras.

Doctor Joan Francesc Hernández Terradas
Coordinador Médico de Grandes Cuentas
Dirección de Gestión del Mutualista