Estilos de vida. Cómo afectan a la salud

Los estilos de vida que las personas trabajadoras tienen, se adoptan a raíz de pequeños hábitos que han ido arraigando desde la niñez hasta la edad adulta través de los años, por eso es tan difícil cambiarlos. Muchas veces estos hábitos se adquieren a través de las enseñanzas que has recibido a lo largo de la vida, por efecto espejo, al ver a otras personas próximas realizarlos, por creencias, etc., y estos hábitos no tienen por qué ser del todo saludables. 

El llevar un estilo de vida poco saludable puede repercutir de forma negativa en la salud de las personas trabajadoras, desarrollando o agravando diversas patologías crónicas no transmisibles como pueden ser:

  • Hipertensión.
  • Enfermedades cardiovasculares.
  • Osteoporosis.
  • Obesidad
  • Diabetes tipo II.
  • Dislipemias.
  • Cáncer.
  • Trastornos del aparato locomotor.

Conseguir realizar un cambio de estilo de vida poco saludable a otro más saludable, es una carrera de fondo, no se puede hacer de un día para otro, sino ir realizando pequeños cambios a partir de pequeños objetivos. Es fundamental que los objetivos sean realistas para evitar posibles frustraciones. Por ejemplo, si el objetivo es reducir el consumo de azúcar en el café, es recomendable disminuir gradualmente la cantidad de azúcar o sustituirlo por un edulcorante. De este modo, el paladar se adapta al nuevo sabor hasta que el azúcar o edulcorante ya no sea necesario.

Otro factor a tener en cuenta en los hábitos saludables, es el ritmo de vida que tiene la sociedad actual, hace que el tiempo que dedicamos al autocuidado sea cada vez menor, priorizando otras tareas como pueden ser el trabajo, el cuidado de los hijos o familiares, tareas domésticas, etc. Muchas veces, la rutina que tenemos integrada, no es la mejor, por eso es importante parar y romper esta rutina creando poco a poco una nueva, que permita cuidarnos a nosotros mismos. Para lograrlo, hay que ir realizando pequeñas acciones diariamente y mantenerlas en el tiempo, hasta tenerlas integradas. Este cambio puede empezar programando a lo largo del día espacios para realizar ejercicio, pausas adecuadas con el objetivo de comer sin prisas, etc.

Además, es esencial que la nueva rutina saludable abarque tanto la vida personal como la laboral, dado que muchas personas pasan más horas en el trabajo que en su propio hogar.

Desde egarsat, hemos elaborado el documento “Promoción de hábitos de vida saludables”, que ofrece consejos para adoptar prácticas saludables en diversas áreas, incluyendo: actividad física, alimentación saludable, consumo de tabaco, alcohol y drogas, higiene del sueño, y manejo del estrés.

Contacta con nosotros a través de gestpreven@egarsat.es si quieres solicitar asesoramiento individualizado en esta materia.