La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el sarampión como una enfermedad vírica muy contagiosa causada por un virus que afecta sobre todo a los niños y que normalmente suele transmitirse a través del contacto directo y del aire.
Sus síntomas son fiebre alta, congestión nasal, tos, ojos llorosos y erupciones en la piel de color rojizo y de extensión variable. La erupción aparece días después de la fiebre, comienza en la cara y se extiende después por todo el cuerpo.
¿Cuál es la situación actual?
Los casos de sarampión se han multiplicado por tres en 2019 respecto al año 2018 a nivel mundial. De hecho, la OMS ha advertido que la propagación de la enfermedad del sarampión se está produciendo a un ritmo vertiginoso convirtiéndose en una gran amenaza para la salud.
En concreto en Europa, países como Reino Unido, Grecia, Albania y República Checa, han perdido su estatus de países libres de sarampión.
Vacunación
En cuanto a la vacuna del sarampión, debemos tener presente que es altamente efectiva, pues mientras antes, cada dos o tres años se producían dos millones de muertes anuales en el mundo por esta enfermedad, con su introducción en el mercado esta cifra se consiguió reducir de forma espectacular, sobre todo en los países más desarrollados. Sin embargo, la disminución de las coberturas de la vacunación ha hecho que esta enfermedad, que se creía desterrada, haya vuelto a resurgir.
En esta línea, la forma de evitar la transmisión del sarampión es alcanzar y mantener en el 95% la cobertura de vacunación con dos dosis, pues la disminución de la cobertura vacunal no solo tiene efectos directos sobre la persona no vacunada, sino que también afecta de forma indirecta al resto de población que no está vacunada.
En España existe un alto grado de vacunación. De hecho, los datos correspondientes a 2018 revelan que la cobertura alcanzada con la primera dosis de vacuna administrada a los 12 meses es del 97,1% y del 94,1% en la revacunación, variando este porcentaje de unas comunidades autónomas a otras.
¿Qué personas adultas deben vacunarse?
Tanto el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar como la Asociación Española de Vacunología indican que se deben vacunar los adultos nacidos entre 1970 y 1980 que no hayan padecido el sarampión o no se hayan vacunado previamente contra el sarampión con dos dosis de vacuna.
Por otra parte, se asume que aquellas personas nacidas antes de 1970 han padecido el sarampión y que las personas nacidas después de 1980 es muy probable que tengan administradas las dos dosis de la vacuna. Aun así, es recomendable revisar el calendario vacunal para asegurarse de ello. En cuanto al colectivo de embarazadas, es preciso recordar que tienen que esperar a que concluya el embrazado para poderse vacunar.
Cabe destacar que cuando se ha pasado el sarampión no es necesario vacunarse ya que solo puede padecerse una vez en la vida.
¿En qué consiste la vacunación?
En Europa, la vacuna del sarampión se administra formando parte de la vacuna conocida como triple vírica (sarampión, rubeola y parotiditis), consistente en la administración de dos dosis, con un intervalo de un mes como mínimo entre ambas.
Es necesario recordar que la mejor forma de prevenir la enfermedad y conseguir erradicarla es mediante la vacunación. Por ello, si has nacido posteriormente a 1970 y no has padecido la enfermedad o no estás vacunado con dos dosis, o bien no tienes conocimiento de cuál es tu estado vacunal frente al sarampión, consulta con tu médico de cabecera la necesidad de vacunarte.
Equipo de Gestión Preventiva
Dirección de Gestión de Mutualista