Todos hemos sentido, en algún momento de nuestra vida, la presión del estrés vinculada al trabajo. Cualquier trabajo puede tener elementos estresantes, incluso aquel que desarrollamos desde la pasión y espíritu vocacional.
Son muchas las tareas y obligaciones a las que debemos hacer frente diariamente. Los horarios, los plazos de entrega, las reuniones, la incesante búsqueda de nuevas ideas, los interminables correos electrónicos, conseguir los objetivos marcados y un largo etcétera.
Un poco de estrés resulta motivador y puede ayudarnos a conseguir resultados. Pero cuando el estrés laboral se vuelve crónico, puede llegar a convertirse en un elemento perjudicial para nuestra salud física y emocional.
Síntomas de estrés laboral y consecuencias:
- Ansiedad y/o depresión
- Alta presión arterial
- Dificultad de concentración
- Problemas cardíacos
- Cefaleas, problemas digestivos o fatiga
- Síndrome de Burnout
- Irritabilidad
- Insomnio
- Deterioro de las relaciones personales
- Tensión muscular
- Dificultad para tomar decisiones
Te ofrecemos algunos consejos para aliviar el estrés, que te ayudarán a mantenerte saludable, además de ser más eficiente y productivo en tu puesto de trabajo:
Desayuna y comienza el día con energía
- Permite despertarnos, estar alerta y responder de manera adecuada a los estímulos.
- Aumenta el nivel de concentración y favorece a la memoria.
- Mejora el estado de ánimo y el carácter en general, ya que éste también depende de la energía y los nutrientes con que cuenta el organismo.
Respira profundo
- Controla el estrés y aclara la mente en momentos difíciles.
- Ayuda a relajarnos, a controlar la ansiedad y el insomnio.
- Contribuye a mejorar la atención y reduce los pensamientos negativos.
- Ayuda a recobrar nuestra concentración, encontrar mejores soluciones y aprovechar mejor el tiempo.
Después de toda la noche nuestro organismo necesita nutrientes para ponerse en marcha y rendir adecuadamente
Haz un “break” en el trabajo
- Favorece el cambio de postura.
- Aclara la mente y ayuda a liberar el estrés.
- Proporciona la energía necesaria para seguir adelante con el trabajo de manera relajada.
- Estimula la capacidad de concentración y aumenta la productividad.
Descansa la vista
- Parpadea con frecuencia, te ayudará a lubricar y prevenir la sequedad de los ojos.
Come saludable
- Los nutrientes que contienen algunos alimentos propician un sueño de calidad y combaten el estrés.
- Evita consumir tabaco, exceso de cafeína y bebidas alcohólicas.
- Descansa la vista cada 15 o 20 minutos. Levanta la vista del ordenador y fíjala en otros puntos alejados de tu posición
Toma una pausa activa y ejercítate
- Libera el dolor articular y la tensión muscular.
- Fomenta la salud y logra un equilibrio físico y mental para poder ejecutar mejor las tareas.
- Combate el “Síndrome de Burnout” y disminuye el estrés.
- Mejora la postura y favorece la capacidad de concentración.
Sal a caminar
- Activa la circulación y mantiene todos los órganos del cuerpo en buen estado.
- Mejora la capacidad de concentración.
- Reduce la ansiedad y favorece el bienestar mental.
- Relaja, despeja la mente, disminuye el estrés y favorece la desaparición del insomnio.
Cuando sientas que el estrés te está agobiando, sal a caminar unos minutos y verás como todos los problemas comienzan a tener solución
Ríete y mantén una actitud positiva
- Favorece la memorización y la retención de datos.
- Facilita la flexibilidad mental y la creatividad.
- Reduce el nivel de estrés.
- Evita la monotonía y caer en la rutina.
- Elimina barreras, diferencias y focos de tensión dentro de un equipo de trabajo.
- Influye positivamente en nuestro ánimo y, por lo tanto, en nuestra productividad.
Son pequeñas acciones pero que suponen grandes beneficios para nuestra salud, evitando enfermedades y mejorando nuestro estado de ánimo en el trabajo. ¡Practícalas!