Beneficios de la práctica de ejercicio físico en cada edad

Según la OMS, la inactividad física constituye el cuarto factor de riesgo más importante de mortalidad en todo el mundo, y es la causa del 6% de defunciones a nivel global. Como causas de fallecimiento la superan únicamente la hipertensión (13%), el consumo de tabaco (9%) e iguala a la hiperglucemia (6%). Tras publicarse los resultados de la última Encuesta Nacional de Salud, el Instituto Nacional de Estadística ha alertado que el 41% de la población española se declara sedentaria, datos que se traducen en que más de 19 millones de personas en nuestro país no realizan ejercicio físico de forma regular.

Podemos definir la actividad física como cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos, con el consiguiente consumo de energía. Esto incluye desde la práctica de deportes de todo tipo, hasta la realización de actividades tales como caminar o bailar.

La inactividad física está cada vez más extendida, repercutiendo de forma notable en la salud general de la población mundial. La OMS estima que la inactividad física es la causa principal, entre otros, de aproximadamente el 21–25% de los cánceres de mama y de colon, el 27% de la diabetes, y del 30% de las cardiopatías isquémicas.

Está demostrado que la actividad física practicada con regularidad reduce el riesgo de cardiopatías coronarias y accidentes cerebrovasculares, diabetes de tipo II, hipertensión, cáncer de colon, cáncer de mama y depresión. Además, es un factor determinante en el consumo de energía, por lo que es fundamental para conseguir el equilibrio energético y el control de peso.

La realización de actividad física es beneficiosa en cualquier etapa de nuestra vida:

Etapa infantil:
Es esencial inculcar a los niños desde edades bien tempranas el hábito de practicar deporte, dado que serán quienes formarán parte en un futuro no muy lejano de la población laboral activa. Los principales beneficios que les aporta en esa etapa son fundamentales en su desarrollo físico, mental y emocional:
• Fortalece su autoestima
• Aprenden a controlar sus emociones
• Mejora su desarrollo psicomotor, la coordinación y sus habilidades sociales
• Favorece el rendimiento académico
• Provoca una mayor mineralización de los huesos, hecho que disminuye el riesgo de padecer osteoporosis en la vida adulta
• Mejora la maduración del sistema nervioso motor y aumenta las destrezas motrices
• Mejora su conciencia corporal y su cuidado
• Desarrollan un sistema músculo-esquelético más fuerte, previniendo la obesidad
No hay que olvidar que el deporte debe ser entendido como un juego para los niños y no como una obligación.

Etapa juvenil:
En esta fase el ejercicio no sólo tiene beneficios asociados al crecimiento, sino que empiezan a aparecer otros de carácter más fisiológico, dado que la persona se encuentra en plena etapa de crecimiento en todos los sentidos:
• Produce mejoras coordinativas, tanto intramusculares como intermusculares, así como un aumento significativo de la conexión de las neuronas
• Mejora el rendimiento neuromuscular
• Permite canalizar los cambios hormonales y físicos que se producen en esta etapa
• Ayuda a sociabilizar con el entorno que nos rodea y genera confianza
• Fomenta una mejora exponencial del rendimiento físico
• Previene la aparición de enfermedades cardiovasculares, así como de hábitos tóxicos
• Favorece la adquisición de nuevos movimientos y técnicas, así como la iniciación en nuevos deportes

Etapa adulta:
Cuando se llega a una edad adulta, el deporte representa, además de un método para mantener una buena forma física, un canal de evasión y distracción del entorno que nos rodea. En esta fase, adquieren capital importancia los beneficios psicológicos que aporta:
• Permite desconectar de la rutina diaria
• Reduce el nivel de estrés, la ansiedad, depresión o tensiones acumuladas
• Ayuda a dormir mejor
• Mejora tu salud sexual
• Ayuda a crear una constancia para el entrenamiento, que se aplica a la vida diaria
• Ayuda a la auto superación
• Mejora la confianza de uno mismo y la capacidad de expresión de cara a los demás
• Ayuda a la interacción social y a la eliminación de hábitos tóxicos
• Permite controlar el peso

Etapa madura/vejez:
En esta fase es fundamental mantener unos hábitos de práctica física, adaptados a las particularidades de cada persona, para seguir disfrutando de los beneficios que aporta el deporte, tanto física como psicológicamente:
• Ayuda a regular o disminuir el azúcar en sangre
• Contribuye a regular la tensión arterial y a reducir sus parámetros
• Ayuda a aumentar los niveles del colesterol bueno y reducir las cifras del colesterol malo
• Disminuye el riesgo de padecer osteoporosis, enfermedades cardiovasculares y demencias seniles
• Mejora la calidad del sueño, la agilidad, los reflejos, la resistencia aeróbica, la fuerza muscular, la velocidad, la movilidad articular y la independencia funcional. El ejercicio es muy beneficioso para la salud mental, sobretodo, en esta fase.

La actividad física es una de las mejores formas de invertir en salud.